viernes, 27 de abril de 2012

La búsqueda a terminado (Búsqueda incógnita parte II)

Hoy como todos los días visito el pueblo, veo las fachadas aún combustionadas por el fuego, es como si pudiera ver las llamas ardientes en cada esquina, los rostros desfigurados de mis amigos y vecinos, incluso mi propia familia descuartizada en el lago.
Ya no queda nada, llevo todo este tiempo sobreviviendo en este pueblo maldito, sin ganas de salir pues mi única salida es por aquel bosque y de tan solo pensarlo recuerdo a esos jinetes, el relinchar de los caballos y la ira en sus caras como demonios ensillados en la bestias que vinieron a consumir el pueblo.

10 de enero, un año más tarde sigo en busca de comida, ya no quedan víveres en el pueblo, e agotado todos mis recursos y ya no sé si podré aguantar más aquí dentro. 
Suenan las campanas, la niebla se acerca y con ella un particular frío, lo siento en mis huesos, hace mucho tiempo que no sentía algo así, comienza una lluvia incesante, siento como recorre todo mi cuerpo en tan solo minutos y con ella una angustia, las imágenes vuelven a mi cabeza, las risas, los llantos y los gritos de desesperación abundan.

Vuelvo a mi refugio en la casa más lejana, cerca a la torre de la iglesia me escondo, sí sigo escondida, de qué o de quienes aun no lo sé, creo tener miedo, pero a estas alturas ya no se lo que se siente, ya no siento nada más que nostalgia, melancolía y mi soledad.



Abro la puerta y dispongo toda la comida en la mesa para porcionarla como es costumbre y así poder vivir unos días más, si es que vivir de frijoles y conservas se le llama vivir. 
Voy a mi cuarto y en mi cama encuentro un listón rojo, limpio, intacto, aún conservaba el aroma de aquella persona como si lo hubieran tomado hace unos pocos segundos del cabello de alguien, pero me detengo, tomo el olor y recuerdo aquella fragancia, era de mi madre. Cómo no pude verlo, no recuerdo haberlo dejado aquí, no recuerdo haberlo encontrado antes.
Camino unos pasos y rompo en llanto desesperada, el cuerpo de mi madre y hermana yacían frente a mi, inmóviles, azules y sin vida, por lo menos el torso y cabeza de ambas con las mismas ropas de aquel día. Atónita no encuentro la salida, tropiezo en el escalón y logro salir, aún no logro entender de que se trata todo esto, qué es lo que quieren, por qué me buscan y que más quieren de este pueblo.

Un par de días pasaron y no logro volver a mi refugio, no puedo volver, los cuerpos siguen ahí y yo indefensa, pero que estoy pensando, ya no tengo nada que perder, lo perdí todo y mi vida ya no es vida, después de aquel pensamiento es cuando grito a los cuatro vientos.

- Qué es lo que buscan malditos!
- Ya no les tengo miedo!
- Véanme sola, indefensa, sin armas
- Vengan por mí desgraciados! y acaben con todo esto de una puta vez!

Pronuncio estas palabras y se siente un ave salir del bosque, escucho un graznido y una sombra negra que despide un olor nauseabundo desde el aire desciende y se instala a mi lado, acto seguido se sienten las campanas y la niebla vuelve aparecer como cada noche desde hace un año atrás.


Siento los caballos, ésta vez vienen por mí, se acercan, el sonido viene desde el bosque los veo acercarse, ya están aquí nuevamente vienen hacia mí, en un acto de cobardía cierro los ojos y me quedo imperturbable en el mismo sitio. Solo hay silencio, ya no se escuchan los caballos ni aquel graznido que oí anteriormente, será que en todo este tiempo e alucinado? Doy unos pasos y siento que me toman por la espalda, caigo al suelo y no logro ver nada más.

Abro los ojos en un lugar oscuro, estoy en medio del bosque atada a un árbol. Los ojos me queman, quizás cuanto tiempo llevo aquí, de pronto siento que alguien se acerca es un hombre, lo logro reconocer por su contextura, me mira, sonríe con un gesto amable y dice:

- Esta bien, ya puedes despertar, volveremos aquí al presente
- Recuerda todo está bien, volvemos en 3, estamos a salvo te quiero aqui en 2, y a la cuenta de uno todo estará todo bien, recuerda que esta es otra vida.



A la cuenta de 1 he vuelto, despierto en el mismo diván que me dormí hace unas horas atrás, quedo perpleja por lo que acabo de ver y vuelvo a casa a la misma hora como todas las semanas.








2 comentarios:

Arthemis Dench dijo...

Genial! ,
Sin palabras realmente me encanto.
Mas mas mas quiero mas jajaja

Emily Lee dijo...

Tu historia me suena tan parecida al libro Muchas vidas, muchos maestros de Brian Weiss.
Lo lei hace unos años y me traume con el temita un buen tiempo. Ta bueno que pongas algo asi de regresiones ;)