miércoles, 14 de diciembre de 2011

Las odio humildemente

La lógica enloquece intentando explicar,
como en tu pequeña mente puede caber tanta maldad.
¿No te cansas de hacerme la vida imposible?
¿No crees que yo ya tengo suficiente?

Las hormonas de tu cuerpo están más que alborotadas,
solo piensas con tu vagina y te paras en cada esquina.
¿No tienes respeto por tí misma?
¿No te valoras ni siquiera un poco?

Los hombres que te gustan no te querrán jamás,
no porque no seas bonita, sino porque no eres real.
¿No estás harta de fingir que los odias?
¿No sabés como ser natural?

Las odio aunque un día las quise,
pero cambiaron tanto que ya no reconozco
a aquellas niñas a quienes un día con grandes sonrisas,
llame mis 'mejores amigas'.